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Por Pável Calderón
Dirigente del Movimiento Antorchista de #Sinaloa
Un clamor nacional se escuchará el próximo domingo 14 de abril en la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, porque a un año de que fueron brutalmente asesinados Conrado, Mercedes y Vladimir, los dos primeros destacados militantes del Movimiento Antorchista y su pequeño hijo, no se ha esclarecido el crimen. No hay indicios de que se vaya a hacer justicia, no hay avances para castigar a los autores materiales e intelectuales del horrendo acto.
Miles de antorchistas nos concentraremos en esa fecha en la capital guerrerense para homenajearlos porque integraron una familia buena, luchadora, que dejó a su paso solidaridad y resultados benéficos para trabajadores humildes a los que entregaron las horas más valiosas de su corta vida. Por el ejemplo que representan para la juventud mexicana y para los antorchistas en particular los recordaremos siempre. Como también recordaremos al país entero que el crimen sigue impune y pedimos castigo. No podemos dejar de hacerlo, por nosotros y por todo el México doliente.
Durante los últimos días Ceci Flores, líder de las Madres Buscadoras de Sonora se ha presentado en Palacio Nacional pidiendo ayuda para localizar a los desaparecidos por la violencia y hasta la fecha el presidente no la ha querido recibir, a pesar de ser correcto su planteamiento de que el Estado debe ocuparse de la búsqueda de las decenas de miles de víctimas de desaparición forzada en el país. Según la organización Quinto Elemento Lab, con base en información del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, son 111 mil víctimas, de las cuales solo en el sexenio lopezobradorista se han contabilizado 44 mil setenta y tres, la tercera parte del total (Quinto Elemento Lab, 30 de agosto de 2023).
Los crímenes electorales están a la orden del día. Hoy suman 33 asesinatos de aspirantes a un cargo de elección popular o personas relacionadas con las elecciones durante el año 2024, por lo que todo apunta a que se superarán los números de los procesos electorales de 2018 y 2021 (El Diario de Chihuahua, 6 de abril de 2024). ¿Cuántos criminales llegarán esta vez al poder?
La actual cifra de homicidios dolosos en el país es espeluznante: 30 mil por mes. “Si hacemos el comparativo de los primeros 62 meses de gobierno, que lleva López Obrador con sus antecesores en el mismo lapso, esta es la relación: Salinas, 62 mil 255; Zedillo, 68 mil 331; Fox, 50 mil 677; Calderón 96 mil 495; Peña Nieto 122 mil 472 y el actual presidente 176 mil 725.” (López Dóriga, 17 de enero de 2024). De estos, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 4892 fueron feminicidios. Los sicarios actúan a sus anchas en el actual sexenio, mucho más que antes.
“Hay bastante tranquilidad en el país”, dijo el presidente ante la pregunta de un reportero sobre si va a aumentar el baño de sangre en el país durante lo que falta del proceso electoral actual; esto, en Mazatlán, Sinaloa, hoy, a donde acudió para presenciar el eclipse total de sol.
Ante la ligereza con que se dirige el país, ante la indolencia e indiferencia por el dolor ajeno, y la constante creación de distractores ridículos, las grandes mayorías deben despertar. ¿A qué gobierno humanista no le conmovería el dolor de quienes viven enlutados esperando justicia, esperando a sus desaparecidos y aplicaría medidas efectivas para llegar a los culpables? Aún más: ¿no se debería buscar la verdadera solución a las raíces del crimen en una sociedad distinta? Está claro que el morenismo no plantea cómo resolver el problema, pues los datos no mienten, lejos de curar las heridas, ensangrientan más a México.
Pero los anteriores gobernantes tampoco supieron cómo. ¿Qué nos falta? Un partido de los trabajadores, que contemple verdaderamente sus aspiraciones, que las resuma y pelee por el poder de la nación, se haga de él y desde ahí cambie todo lo que haya que cambiar. Para formar este partido se necesita la alianza de todas las clases populares. Mientras esto ocurre, no dejemos de exigir justicia por todos a los que les falte. Justicia para nuestros mártires.
