* Vía remota, el embajador de los Estados Unidos de América en México, Christopher Landau, y el director general INAH, Diego Prieto Hernández, anunciaron que los recursos ascienden a 2.3 millones de pesos
* Desde la concientización ciudadana, el proyecto propuesto por el Instituto, se alinea a los objetivos del tratado de cooperación en la materia, suscrito por ambos países hace 50 años
Ciudad de México, a 14 de diciembre del 2020.- En 1970, los gobiernos de México y de los Estados Unidos de América suscribieron el Tratado de Cooperación para la Recuperación y Devolución de Bienes Arqueológicos, Históricos y Culturales Robados. En el marco del quincuagésimo aniversario de ese acuerdo, el día de hoy se anunció el otorgamiento de una subvención, por parte de la embajada norteamericana en nuestro país, la cual asciende a 100 mil dólares, para apoyar, desde la concientización, el combate al trasiego ilegal del patrimonio cultural.
En reunión vía remota, el embajador de los Estados Unidos de América en México, Christopher Landau, y el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de México, Diego Prieto Hernández, detallaron que el monto será destinado al “Programa de Manejo de Riesgos para la Conservación Preventiva y Prevención de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales”, a cargo de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), de la institución mexicana.
Con la representación de la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, el titular del INAH detalló que la subvención, equivalente a 2.3 millones de pesos, es resultado de la participación de la CNCPC, a la convocatoria lanzada por el Departamento de Estado del país vecino, a través de su representación diplomática en México, para presentar un proyecto orientado a los objetivos del citado tratado binacional.
Así, expresó el antropólogo, la iniciativa responde “a la estrecha cooperación entre ambas naciones y al deseo mutuo de promover la protección, el estudio y la apreciación de las propiedades arqueológicas de importancia histórica o cultural, así como proporcionar y favorecer la recuperación y devolución de los bienes extraídos ilegalmente, a través del robo y del saqueo. De esta manera, el INAH, junto con las autoridades judiciales de México, da pasos firmes para participar, cooperar y prevenir este tipo de delitos, en conjunto con el Gobierno de los Estados Unidos”.
En el evento protocolario, transmitido por INAH TV en YouTube, el embajador Christopher Landau manifestó que estos recursos contribuirán a fortalecer el trabajo conjunto que surgió hace cinco décadas y “profundizar en la labor que hemos realizado al dotar de mayores herramientas a los encargados de proteger el patrimonio histórico y cultural de nuestros países”.
Recordó que en el marco del tratado de cooperación bilateral en la materia, en 2019, el Buró Federal de Investigaciones (FBI), a través de la embajada que preside, restituyó a México dos piezas arqueológicas de estilo teotihuacano; “en cada elemento que recuperamos, devolvemos y protegemos, contribuimos a que las presentes y futuras generaciones conozcan la historia y las bases culturales que son parte de su identidad, al tiempo que preservamos el patrimonio histórico y cultural de la humanidad.
“Como abogado, reconozco y valoro el trabajo en materia legal que realizan nuestros gobiernos, porque nos permite compartir experiencias, fortalecer la capacidad institucional y cortarle el paso a quienes buscan apropiarse o dañar el patrimonio histórico. Soy un apasionado de la historia, porque sé que al conocerla y estudiarla, derribamos estereotipos y generamos la empatía necesaria para comprendernos mejor, más aún cuando México y Estados Unidos tienen una historia compartida y que el futuro de nuestros pueblos está entrelazado”, sostuvo Christopher Landau.
En su intervención, el director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco Álvarez, destacó que el componente cultural es parte fundamental en los 196 años de relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos.
Afirmó que desde la cancillería se ha priorizado la protección del patrimonio cultural, labor a la que se suman los consulados en la Unión Americana, de modo que “estamos comprometidos con el principio de solidaridad internacional para garantizar la preservación de las culturas, siempre en un ambiente de amistad y de paz que beneficie a todas las partes”.
En ese sentido, el titular INAH, Diego Prieto Hernández, hizo hincapié en que actualmente México cuenta con un instrumento fundamental que es la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y su reglamento, además de ser Estado parte de la Convención sobre las Medidas que Deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales, de la UNESCO.
Asimismo, expuso que se hacen esfuerzos conjuntos entre las diferentes instancias de procuración de justicia y las instituciones culturales, para diseñar programas, capacitar profesionales y planear las acciones necesarias que permitan contar con una unidad de tutela del patrimonio cultural, probablemente, adscrita a la Guardia Nacional.
Por su parte, la coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, del INAH, María del Carmen Castro Barrera, detalló los objetivos del “Programa de Manejo de Riesgos para la Conservación Preventiva y Prevención de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales”. A modo de contexto, indicó que, conforme datos de la UNESCO, el comercio ilegal de bienes culturales podría representar ganancias ilícitas de entre 10 mil y 15 mil millones de dólares anuales. En años recientes este crimen se ha incrementado en el mundo.
Debido a su riqueza en esos ámbitos, México ocupa un lugar importante a nivel América Latina, siendo Puebla, Tlaxcala, Estado de México y Morelos, las entidades más afectados en cuanto robo de bienes históricos, sobre todo de arte sacro virreinal; mientras que estados como Coahuila, Colima y Nayarit adolecen del saqueo a su patrimonio arqueológico.
Por lo anterior, entre otras acciones, la CNCPC se ha dado a la tarea de apoyar el trabajo de la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del INAH, encabezada por María del Perpetuo Socorro Villarreal Escárrega, así como a las diversas instancias federales y estatales, mediante la elaboración de dictámenes técnicos con el apoyo de especialistas peritos, a fin de recuperar dichos bienes muebles y muebles asociados, que hayan sido robados.
El programa en cuestión, informó la restauradora, tiene el objetivo de desarrollar los mecanismos para agilizar la protección de los bienes afectados, basado en tres ejes fundamentales que girarán en torno a igual número de campañas, dos de ellas dirigidas a comunicar y a educar-capacitar, y una tercera de normatividad, buscando articularse con otros organismos para fortalecer la protección del patrimonio cultural, en el marco de actuación del INAH.
“El programa pretende incidir en la difusión de información dirigida a diferentes audiencias en la participación ciudadana, en la formación de especialistas y en la cooperación entre organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, para afianzar las medidas de prevención, a fin de evitar estas prácticas y la pérdida de este legado”.
Concluyó que, en una primera etapa, dentro de la campaña de comunicación, se llevarán acciones de divulgación con un público amplio, para crear conciencia sobre la gravedad y robo de nuestro patrimonio, además de subrayar la importancia de la prevención, a fin de disminuir la vulnerabilidad y los riesgos que corren los bienes culturales ante factores externos que pueden ser dañinos, incluido, el robo. Mientras, la segunda etapa se efectuará en el transcurso de 2021, con talleres de capacitación y actualización para los especialistas.