Al Pueblo de Sinaloa
A los trabajadores en general
El Día Primero de Mayo, se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores, digno tributo a los Mártires de Chicago: August Spies, Louis Lingg, George Engels y Adolph Fisher, ejecutados el 11 de noviembre de 1887.
Su delito fue haber participado en la huelga de unos 200 mil trabajadores norteamericanos que demandaban el derecho a organizarse en sindicatos, salarios dignos y jornada laboral de ocho horas en vez de 11, 12 y hasta 16, que se establecía en esa época.
Si bien la mayoría de trabajadores mexicanos lograron avanzar en esas conquistas durante la segunda mitad del siglo XX, en las últimas décadas se ha dejado sentir un retroceso brutal de precarización en las condiciones de vida y de labor, expresado en bajos salarios, pérdida del poder adquisitivo, carestía, desempleo y una baja sensible en la calidad de prestaciones sociales como el acceso a la salud, vivienda, oportunidades de educación y otras.
No es exagerado decir que en México y Sinaloa, se pagan los más bajos salarios de América Latina y esto ha dado lugar a la creciente violencia e inseguridad pública, pese a que las autoridades aseguren que esta ha disminuido con los programas de apoyos económicos que se han venido entregando a amplias capas de población.
Ante la actitud omisa de las autoridades del Trabajo y Previsión Social, en los últimos años, la patronal ha implementado los llamados “turnos completos” que no son otra cosa que la restitución de la jornada de 12 horas con pago de 8 y con el pretexto de la pandemia del COVID-19, han venido escamoteando las prestaciones que mandata el Artículo 123 Constitucional.
En lo que toca a los trabajadores del campo, donde un alto porcentaje son indígenas, se ha venido estableciendo la modalidad “SALIENDO Y PAGANDO”.
Mediante este sistema, los agricultores que nunca han cumplido con las prestaciones de ley, continúan con la omisión, pues por esta vía, todavía les obligan a renunciar a las prestaciones en mención como adscripción al INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL, INFONAVIT, VACACIONES, REPARTO DE UTILIDADES, AGUINALDO y otras
Por si fuera poco, se ha establecido el Outsourcing como sistema de contratación, mediante particulares que contratan personal en sus lugares de origen y los trasladan a campos de Sinaloa. Esas personas sustituyen al trabajador a la hora de cobrar ante las empresas y luego pagan “a criterio”, retardando y reduciendo a menudo, los salarios comprometidos a los jornaleros.
Es evidente que en muchos de los casos, traen a estas personas con engaños, ofreciendo “casa, comida y sustento” que resulta un fraude.
El “hospedaje” comprometido, es regularmente un cuarto de 3X4 donde instalan a 3-4 familias, generando constantes conflictos que pueden derivar en tragedias, como ha sucedido.
No es exagerado decir que la comida, es a menudo un batido de frijoles y sopa, aplastados con las botas de plástico de “cocineros”, en tambos de 200 litros y cocinados a la intemperie.
Si los trabajadores se enferman, el Seguro Social difícilmente les responde, pues los empleadores no los registran, de modo que terminan en hospitales públicos donde la falta de medicinas y la pobreza impiden recuperar la salud y a menudo eso deriva en la muerte por enfermedades curables.
Son estas condiciones de explotación excesiva y pésimas condiciones laborales y de vida, que han dado lugar a una reducción exponencial de la población indígena en México.
Datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), expresan que mientras en 1930 la población indígena en el país sumaba más de 16 millones de habitantes, para 2015, esta disminuyó a sólo 6 millones 695 mil 228.
Si bien la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas de 2007 afirma: “Los pueblos indígenas son iguales a todos los demás pueblos”, eso no se aprecia en la realidad.
Diversos especialistas sobre el tema, atribuyen la reducción de estos pueblos a la omisión del gobierno ante un sistema de sobreexplotación y condiciones de vida y de trabajo que son propicias al exterminio.
Ante esta situación, el Movimiento de Unificación y Lucha Triquí por la Liberación de los Pueblos Indígenas
EXIGIMOS:
¡RESPETO A LA LEY EN LOS CAMPOS AGRÍCOLAS!
¡INSCRIPCIÓN INMEDIATA AL IMSS!
¡NO AL SISTEMA DE SALIENDO Y PAGANDO!
¡NO AL OUTSOURCING EN EL CAMPO!