La Rumorosa Política

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  • Los taxis Rojo y Negro los viejos Amos del Bulevar

Hace muchos años, cuando llegue a Tijuana, de las primeras cosas que llamaron mi atención, aparte de los Burro Cebra de la avenida Revolución, fueron las viejas guayinas que eran utilizadas como taxis de ruta, de todos colores y sabores.

Al principio eran una novedad para quienes llegábamos del sur (como dicen por acá a los que venimos del interior de la República), pero ya con el paso de los meses era notoria la incomodidad, sobre todo cuando te tocaba viajar en la parte trasera, en la cajuela, donde los taxistas insistían en subir a tres personas. Ya se imaginarán. Viajábamos como sardinas, además de que era un servicio carísimo en comparación con otras ciudades del país.

Pero lo que era un verdadero colmo eran los famosos taxis Rojo y Negro del bulevar Agua Caliente. Unos verdaderos cafres, que se sentían amos y señores de una de las vialidades más importantes de Tijuana.

Incluso su sola presencia, su actitud altanera y hasta cierto punto mafiosa cuando alguien osaba desafiarlos, despertó mi inquietud literaria y en aquellos tiempos dedique un cuento (que debo tener en mis viejos archivos) titulado los Amos del Bulevar, porque en efecto como lo mencionó la gobernadora Marina del Pilar, pasaban alcaldes y hasta alcaldesas y gobernadores, y esta situación no cambiaba.

Los señores bajo el amparo de su sindicato, protagonizaban golpizas contra automovilistas, tráfico e impunidad, porque cuando algún político osaba atentar contra ellos, se enfrentaba a bloqueos y caos por decir lo menos, porque otros líderes transportistas, quizás pensando en aquel viejo refrán “cuando veas las barbas de tu vecino recortar, pon las tuyas a remojar”, y para evitar esto pues mejor se aliaban y mostraban su músculo político, ese que han utilizado muchos personajes para ganar elecciones, obviamente haciendo compromisos de nuevas rutas y más unidades.

Lo único que con el paso del tiempo se iba logrando con los Rojo y Negro era modernizar el parque vehicular, que dicho sea de paso otros gremios ni siquiera se preocupan por hacer, pero eso lo dejaremos para otra ocasión.

Hoy vale la pena la anterior narración, porque en verdad ordenar el transporte en el bulevar Agua Caliente, ya nos deja algo de esperanza en que esto puede suceder en todo Tijuana.

Porque también vale la pena destacar que la gobernadora tiene razón, una acción de esta reduce el tráfico considerablemente, lejos de lo que en su momento implementaron el alcalde priìsta Jorge Aztiazarán con el SITT, que termino por ser un lastre económico, además de que nos heredó a los tijuanenses un carril confinado que lo único que provocó fue el desastroso tráfico que todavía padece la Zona del Río.

Pero también cabe recordar que fue la alcaldesa de Tijuana Montserrat Caballero, quien al menos eliminó las excesivas multas por circular por este inútil carril, lo que sus antecesores no se atrevieron a hacer.

Y hablando de transporte público hoy me encontré a mi vecina que estaba esperando su camión.

  • Vecino ¿Cómo está? Ya no ha ido a la tienda para ponernos al corriente –por supuesto se refería a los chismarajes políticos.
  • Cualquier rato voy las tortillas y echamos la platicada –le respondí.
  • Si porque ya me enteré que los nuevos apenas van entrando y ya andan pensando en ser gobernadores ¿Es cierto?
  • Pues quien sabe. Ya ve como son los políticos, pero a lo mejor si “no vaya a ser el Diablo” –respondí.

Luego ella soltó la risa y se subió a su camión. Yo nomás me reí.

Y hasta aquí la dejamos. Hasta la próxima.

admin

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