HECHO EN MÉXICO O DE LA CALIDAD COMO RUTA PARA UNA MEJOR VIDA

HECHO EN MÉXICO O DE LA CALIDAD COMO RUTA PARA UNA MEJOR VIDA

Por Sergio Haro Alcaráz

Convenio Revista Dictamen BC –Editorial Edhalca

“Lo hecho en México, está bien hecho” fue el slogan de una campaña que se lanzó en los años 70 durante el periodo de López Portillo para incentivar el consumo de la producción nacional, en un momento en el que México apostaba por una economía cerrada y que ciertamente trajo un pequeño crecimiento al sector industrial de nuestro país, más tarde llegaría el modelo neoliberal y terminaría con la propuesta del demoledor TLC.

No, no se asuste, no me interesa hablar de la globalización o del proteccionismo económico bloqueando importaciones, si no de lo interesante que se vuelve hablar de lo bien hecho, es decir de la calidad. Para los que pertenecen a la Generación X es seguro que recuerden el refrigerador, la estufa, el boiler, o la recamara de sus padres, no por que les gustara, sino porque nunca conocieron otros, es más, muchos de esos utensilios fueron heredados y siguen funcionando en la casa de uno de nuestros hermanos. Estoy hablando de aparatos que llegaron a tener más de 30 años trabajando, y en el mejor de los casos nunca necesitaron de un servicio técnico.

¿Qué pasó? ¿Por qué ahora todo lo que compramos parece tener entre 5 y 10 años de utilidad? Siguen siendo las mismas marcas, por lo menos en electrodomésticos, y no es que ahora los materiales sean de menor calidad, de hecho, los avances tecnológicos ya tendrían que hacer a estos productos autosustentables, con energías limpias, y por ende muy, pero muy económicos en su operación, pero no es así, el mundo optó por un consumismo voraz con la falsa idea de que el estar consumiendo constantemente garantiza el desarrollo económico.

Muchos empresarios están seguros de que es la única manera de continuar subsistiendo y al mismo tiempo desarrollar a nuestra sociedad, pues tienen la sospechosa idea de que todo lo nuevo es lo mejor. Esta mentalidad beneficia mucho al patrón, pero no al trabajador, si lo pensamos un momento, nos daremos cuenta de que las nuevas generaciones cada vez tienen más complicaciones para tener una casa con todos los servicios, y es porque, además del agua, la luz, el gas y el internet, deben estar actualizando su mobiliario cada lustro o década.

¿Qué pasaría si llevamos a la practica “Lo hecho en México, está bien hecho? Manufacturamos autos, televisores, computadoras, estufas, boilers, celulares, y un extenso etc. ¿Se imagina comprar un producto con la garantía de por vida? Imagine a los recién casados, los que inician una familia, invirtiendo 10 años de su vida para equipar su hogar, con productos que tengan más de 30 años de vida útil, ¿Qué competencia tendrían los productos nacionales? Ni siquiera necesitarían de publicidad; es verdad que las marcas no volverían a ver su dinero por mucho tiempo, pero ¿A dónde iría ese dinero? ¿Qué se podría hacer con un sueldo que no estuviera comprometido con los abonos facilitos? Lo más seguro es que en una primera etapa todo se fuera al sector inmobiliario, después de todo ¿Quién no quiere tener su propia casa? Pero en una segunda etapa los ingresos se irían a las personas, a su salud, al cuidado de su físico, a tomar vacaciones de verdad, viajando a donde quisieran. No se detendría la economía, simplemente se desarrollarían otros sectores como el turístico, el de entretenimiento, el deportivo o el cultural.

Nos encontramos en un momento en el que el nacionalismo está tomando un nuevo aire, y no es que se trate de un proteccionismo o de cerrar el mercado interno, nada más lejos de la verdad, de lo que hablo es de cambiar la mentalidad de consumo, de que convirtamos a la Calidad en la ruta para una mejor forma de vida, de tener confianza en lo que hacemos y en el futuro.

La reducción de costos, mayor evaluación de resultados y garantía de producto; mejoramiento del clima laboral al hacer las cosas bien y a la primera; mayor cumplimiento de los objetivos de vida; elevación de la ética ciudadana; producción sustentable y reducción de impactos ambientales; planificación, organización y control de las acciones educativas para la formación profesional; incremento de la satisfacción de los clientes, beneficios a largo plazo, internacionalización e incremento en las ventas por la confianza en los productos mexicanos; mejoría en la imagen del país y su credibilidad son algunos de Los beneficios a corto y mediano plazo que se me ocurren de la calidad.

La calidad da seguridad, y por ende tranquilidad, no se trata de competencia o marketing; “Lo hecho en México, está bien hecho” no debe ser un slogan, debe ser una mentalidad. Si lo hacemos dejaremos de pensar en el tener para ocuparnos en el ser.

Guadalajara Jalisco 20/09/2020

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