Alza Salarial del 2021, congruente con la política de mejoría a trabajadores

Alza Salarial del 2021, congruente con la política de mejoría a trabajadores
  • De amenaza el discurso empresarial de cierre masivo de empresas; patrones piden política subsidiaria que siempre han rechazado, dice especialista

Tijuana, BC a 12 de enero de 2021.- Por primera vez en varios años el incremento a los salarios mínimos no fue resultado de un consenso unánime, sino mayoritario, y la opinión encontrada del sector empresarial que pretendía pasarle parte del costo del aumento al gobierno, destacó el doctor en derecho fiscal Juan Manuel Hernández Brito.

Dijo que el sector patronal pretendió pasar parte del costo de los incrementos hacia el gobierno, porque la propuesta empresarial era sí incrementar al 15%, en donde los patrones absorbieran el 10% y el gobierno federal el 5% restante; en esencia lo que se estaba solicitando era un subsidio para el pago a sus trabajadores.

Hernández Brito indicó que este subsidio que el sector patronal estaba solicitando es contra natura, puesto que ellos mismos han manifestado que entregar dinero del gobierno a los menos favorecidos representa políticas populistas, luego entonces el sector patronal está solicitando que este tipo de políticas les favorezcan a ellos.

El fiscalista opinó que, con la actual política salarial, llevaría unos 25 años alcanzar un nivel óptimo de poder adquisitivo del salario mínimo. Dijo que hay que considerar que la Organización Internacional del Trabajo recomendó, en 1921, adoptar una política para la protección de los trabajadores, y no fue sino hasta el año de 1934 qué en México se toma esta medida; de ahí el país empezó a tener una medición por ejercicio y en este primer periodo de 1934 hasta el final de la década de los 70 y principios de los 80 el salario tuvo un poder adquisitivo real pues en este tiempo existía además un control de precios, lo que quiere decir que el gobierno fijaban el precio de los productos básicos, lo que tuvo como resultado que el salario fuera suficiente para la manutención de una familia

Añadió que a partir de la década de 1980 y con la apertura de México hacia los organismos internacionales, el país entra en una etapa de liberación de precios en donde el salario llegó a ser tan inconsistente por la característica de incrementos de los productos de la canasta básica que el valor del salario mínimo llegó a ser de 12,084 pesos por día, esto empatado con el fenómeno hiperinflacionario que se sufrió en esa década.

Esta inconsistencia de apertura y liberación de precios llevó a que se hiciera un ajuste en el salario y se le quitará 3 ceros lo que el siguiente año representó una caída hacia 13 pesos en promedio, y a partir de 1993 al 2018 el salario estuvo sujetado a los índices inflacionarios por lo que mientras la inflación avanzaba, el salario quedó estancado lo que se tradujo en una pérdida real en su poder adquisitivo, pues este monto de ingresos quedó expuesto a un mercado de liberación de precios y a un salario sometido.

Se estima, apuntó, que con el incremento del 15% tendría que pasar un período de aproximadamente 25 años para alcanzar un nivel óptimo en el poder adquisitivo, porque el gobierno federal había anunciado que el salario iba a tener incrementos por arriba de la inflación,  lo que permitía pronosticar que su recuperación sería en 30 años; no obstante, con la medida que vemos en este 2020 se reduce el pronóstico siempre y cuando el incremento se dé por arriba de la inflación.

Juan Manuel Hernández Brito precisó que también tienen que ver las Unidades de Inversión (UDIs) y el índice inflacionario, aunque este último ha estado bajo control por parte de la administración federal del presidente López Obrador que, no obstante la pandemia, se ha logrado mantener en niveles de entre el 3.5 y el 4.5 por ciento.

En cuanto al anuncio, por parte del sector empresarial, en el sentido de que el alza salarial que entró en vigor este año provocará el cierre de 700 mil unidades productivas, dijo que no es más que un discurso que busca amagar al gobierno.

Las empresas no cierran por decreto, indicó; cierran cuando dejan de ser productivas y cuando ya no le generan suficientes utilidades al empresario, pero para llegar a este punto son indispensables varios factores.

Hernández Brito reiteró que en el pasado las grandes empresas se beneficiaron con los apoyos gubernamentales y la actual administración ha hecho un cambio radical en esas políticas, para beneficiar no a los grandes corporativos, sino a las micro y pequeñas empresas que han estado por siempre desprotegidas.

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